Estos son los motivos por los que cada año aumenta el número de personas con asma

Cada primer martes de mayo se conmemora el Día Mundial del Asma, una enfermedad respiratoria crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Está organizado por la Iniciativa Global para el Asma (GINA), una organización colaborativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) fundada en 1993 y este año ha elegido el lema: «La educación sobre el asma empodera».

Según datos recopilados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el asma afecta a más de 339 millones de personas en todo el mundo, y se estima que esta cifra podría aumentar a 400 millones para el año 2025 si las tendencias actuales persisten.  Se calcula que al menos 1 de cada 10 niños en los países desarrollados y hasta el 20% de los niños en los países en desarrollo padecen asma. Sus datos constatan que el asma está aumentando de forma imparable, desde hace 40 años, en las sociedades desarrolladas, debido al cambio climático y a la presencia cada vez mayor de partículas diesel y otros contaminantes en el ambiente.

Tal y como explican en la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), este trastorno respiratorio, caracterizado por la inflamación y estrechamiento de las vías respiratorias, puede causar dificultad para respirar, tos, opresión en el pecho y, en casos graves, poner en peligro la vida del paciente porque el asma no se cura, pero sí se puede tratar y controlar. En este contexto, surge la pregunta inevitable: ¿estamos presenciando un aumento significativo en el número de asmáticos a nivel global? Sus datos estiman que sí que en los últimos años, el asma ha aumentado un 12,6% en personas de mediana edad, en mujeres y entre adolescentes.

Factores de riesgo

De acuerdo con la American Lung Association (ALA), varios factores pueden contribuir al desarrollo del asma, incluidos los antecedentes familiares de la enfermedad, la exposición a alérgenos en el hogar y en el entorno, la contaminación del aire y el tabaquismo pasivo.

Aproximadamente el 6% de la población española tiene asma, según constatan los datos de SEPAR y, aunque no se sabe con exactitud cuántos de los casos de asma tienen su origen en causas ambientales, en las ciudades se registran más casos de esta enfermedad respiratoria y estos van en aumento en los lugares con mayor contaminación del aire, atribuible sobre todo al tráfico rodado. Desde esta asociación destacan que las evidencias de que la contaminación del aire favorece el aumento de los casos de asma son, en muchas ocasiones indirectas, pero van en aumento.

El Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS, ha destacado en varias ocasiones la importancia de abordar el asma como un problema de salud pública. En un comunicado reciente, subrayó la necesidad de mejorar la prevención y el tratamiento del asma para reducir la carga global de esta enfermedad: «Es fundamental que trabajemos juntos para abordar los factores de riesgo asociados con el asma, como la contaminación del aire y la exposición a alérgenos, y para garantizar que todos los pacientes tengan acceso a tratamientos efectivos y asequibles».

En este sentido, es esencial mejorar la educación pública sobre el asma y promover entornos saludables y libres de contaminación para reducir la incidencia y la gravedad de esta enfermedad respiratoria. Además, se necesita una mayor inversión en investigación para desarrollar nuevos tratamientos y abordajes para el asma, así como para identificar y abordar los factores de riesgo emergentes.

Si bien el número de asmáticos parece estar en aumento, también existe una mayor comprensión y recursos disponibles para hacer frente a esta enfermedad respiratoria crónica. Con un enfoque holístico que incluya la prevención, el diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, podemos trabajar juntos para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por el asma todo el mundo.